Visita presidencial a China: la agenda primero

Es desafortunado que el grueso de la discusión sobre la próxima visita del Presidente Boric a China se haya centrado, hasta ahora, en dos temas no relacionados con la importante agenda bilateral de Chile con la segunda economía del mundo, y su principal socio comercial: la grave situación de los DDHH en ese país (ampliamente documentada por informes internacionales) y la decisión de incluir a la ministra vocera de gobierno en la gira presidencial (cuya expertise y actual cartera no tienen que ver con China).

Con todo, la postura de Chile en la primera materia tiene más peso como parte de la comunidad internacional en los foros apropiados, que a través de una casual frase presidencial en una entrevista en la prensa extranjera, que arriesga causar inevitables “ruidos” ad portas de una visita de Estado. Esto último, por lo demás, sin impacto alguno en los DDHH en cuestión. Sobre las críticas a una posible agenda política personal de la ministra vocera -renombrada figura comunista internacionalmente, en todo caso-, resultan más bien anecdóticas, pues nuevamente distraen de la agenda principal.

Correctamente, el Presidente ha dicho que China es una gran oportunidad para Chile, pero que ello no debe significar dependencia.

Esa agenda la resumió de forma muy certera el propio Presidente Boric en otra entrevista a un diario extranjero en julio pasado: “China es una oportunidad, mientras no seamos dependientes. Es el principal socio de casi toda América Latina. Nos interesa diversificar nuestra economía y no depender de un solo país”.

En efecto, como señaló a DF un exembajador chileno ante Beijing, en la relación con China nuestro país debe priorizar fortalezas como su gran potencial minero en cobre y litio frente al interés de China por ser un actor protagonista de la transición energética. Eso, junto a negociaciones para que el intercambio no sea sólo de recursos naturales por divisas, sino que incluya elementos de transferencia tecnológica e inversión de largo plazo.

En cuanto a los riesgos de que ese tipo de vinculación derive en una no deseada dependencia, justamente el Presidente Boric, además de participar en el Chile Week, asistirá en Beijing al tercer Foro de la Franja y la Ruta. Una mirada objetiva a la década de esa experiencia de diplomacia económica entregaría valiosas lecciones al respecto.